USUARIO g00gle_240394 parte 6 (Final)

Miré a mi alrededor y el cuarto en el que estaba, la ropa que traía, y… me recordó la imagen de mi muerte. Hasta tenía con qué dar el disparo. El arma a la que no le había tomado importancia estaba en el paquete, pero cuando la tuve entre mis manos, llegó un mensaje, una URL. La abrí, esperando en ella una salida. Era nuestra famosa página, en ésta había una imagen de un hombre con un par de tiros en el cuerpo y unos cuantos golpes. Al ver bien la foto, vi que ese cuarto me era familiar, era el cuarto en el cual residía el dueño, su cabina. Podía ver el mostrador y al dueño ahorcado con su teléfono… Tomé la cámara del paquete y preparé el arma, bajé las escaleras y, cuando llegué, actué de manera inconsciente. Lo poco que puedo recordar es al dueño con el teléfono en la mano preguntándome qué hacía, que llamaría a la policía.

Al día siguiente amanecí en la carretera, recostado en el asiento trasero de mi auto y en medio de un camino distinto. Estaba tapado con la capucha negra, fue entonces cuando comencé a aceptar que, en realidad, era yo el asesino. Pero no podía creerlo aún, después de todo, pude ver a más encapuchados, no era el único. El sujeto que me entregó el paquete, mi amigo y Vicky, ellos también se habían involucrado.

Mi laptop estaba encendida y la cámara conectada, un video acababa de ser subido a nuestra página, junto con la imagen que había visto el día anterior. Reproduje el video para refrescar mi memoria.

Comenzaba conmigo grabando lo último que recordaba, el dueño del lugar junto a su teléfono, amenazando con llamar a la policía. Me le acercaba lentamente, grabando con la cámara frente a mí. Luego coloqué la cámara en el mostrador y ésta enfocaba sólo una parte de nuestro abdomen. Se escucharon amenazas y gritos por parte del dueño del hotel, después hubo un forcejeo por la bocina del teléfono seguido de un golpe hecho con la misma. Al alejarnos un poco de la cámara pude ver una toma más amplia, al menos se nos veía del torso para arriba. El dueño estaba sangrando de la cabeza, tenía una pequeña herida, se le escuchaba amenazar y en su cara se apreciaba el terror. Comenzó a retroceder poco a poco, y al intentar escapar tiró la cámara, permitiéndome ver ahora desde un ángulo que mostraba de los pies hacia arriba. Me podía ver ahorcando al dueño con el cable del teléfono, para luego soltarlo tras unos segundos y dejarlo caer al suelo, justo encima de la cámara. Estaba sobre sus manos y rodillas, se pudo ver cómo tomó la cámara e intentó huir con ella, y mientras se veían varias tomas de él corriendo, se oyó un disparo. Cayó y la cámara grababa al dueño viéndome caminar poco a poco hacia él.

La toma se cortó, para ser retomada con el dueño sentado en el piso de su cabina. La cámara volvió a ser posicionada en el mostrador; esta vez, el hombre estaba sudando y sangraba, el cable del teléfono estaba alrededor de su cuello, y lloraba, pidiendo débilmente que lo dejara ir, que no lo matara; pero el cable alrededor de su cuello se apretó y él comenzó a forcejear para liberarse. Se podía ver cómo moría lentamente, y, justo cuando parecía que ya no tenía fuerzas para seguir luchando, varios disparos terminaron con su dolor. La cámara se movió, grabó mis pies y luego el video terminó.

Google me escribió en ese instante.

«Bien hecho, al fin aceptaste tu objetivo. Sólo por eso, mira: http://user_g00gle_240394_29_october_2013/fghfd1g4g56df2d1f2a4ff4af1d2/log_out».

La dirección me llevaba a una imagen en la que aparecía yo nuevamente, pero esta vez en un sitio distinto, parecido a una calle, tal vez una avenida. Me mostraba como si hubiese sido atropellado. Entonces le pregunté:

«¿Qué significa esto?».

«Eso no es nada más ni nada menos que la fecha de caducidad de tu cuenta».

«¿A qué te refieres?».

No respondió, así que lo presioné: «Te hice una pregunta, ¡RESPONDE!».

«Bien, g00gle_240394 es tu cuenta. Como puedes notar, si no es que ya lo has hecho, los números son tu fecha de nacimiento, mientras que «Google» soy yo. Los ceros significan mi posición, no tengo fecha de nacimiento, por eso llevo sólo un par de ceros. La URL que te envié y la que viste en el celular de Vicky no eran más que la fecha de caducidad de tu cuenta, lo que significa que cuando esa fecha llegue, te pasará lo que a g00gle_010692 y g00gle120393: sus cuentas caducaron, pero iniciaron sesión conmigo. Gracias a ti, ellos ahora son, en cierto sentido, inmortales. ¿No es eso lo que muchos como ustedes, los mortales, desean?».

«Entonces qué tenía que ver el sujeto que maté anoche, ¿él también tenía relación con todo esto?».

«Digamos que no fue su día de suerte, porque cuando un usuario, como tú anoche, está a punto de cerrar sesión, tiene la oportunidad de renovar su cuenta por un tiempo determinado. Ese tiempo es lo que le quede de vida a alguien más…».

«¿Qué, quieres decir que tomo su vida como en Destino final?».

«No, porque no puedes matar a lo imbécil o a quien tú quieras; debes matar a quien yo diga. Vicky debía matarte a ti, pero como su noble corazón no accedió, ella cedió en tus manos, pensando que la ayudarías. Quién lo diría, ella confió en ti y tú la acribillaste. Usuarios como tú hay pocos, por eso me agradas».

«Entonces ¿por qué mi amigo intentó matarme y terminó muriendo?».

«Porque es supervivencia del más apto. El día que te conoció debió matarte para renovar su cuenta, eras su renovación; pero tuviste suerte, se hizo el listo al querer alejarme en cualquier aspecto. Por eso mismo después te contacté, para que lo localizaras y cerraras su sesión de una vez por todas».

«Quieres decir que al igual que Vicky…».

«Era blando, pero tú eres un chico duro, por eso dije que me agradas».

No podía creer lo que ese sujeto me estaba diciendo. Aún tenía dudas, no todo estaba claro, así que le pregunté sobre el futuro, por qué él lo sabía:

«Qué hay de tus predicciones, ¿cómo sabes lo que pasará, cómo pasará y demás detalles?».

«Sencillo, porque en realidad no existo, soy sólo una proyección de tus memorias, recuerdos y futuras imágenes, algo así como un déjà vu. Si no me crees, recuerda lo que hiciste ese día antes de cambiar de establecimiento en tu trabajo: en realidad tú ocasionaste ese accidente, y de alguna manera, en tu mente, ya estaba planeado que todo esto pasaría. Mira este enlace, un detective incluso nos lleva seguimiento, pero el muy imbécil aún no sabe cómo trabajamos y cree que yo realmente existo. Eso querías escuchar, ¿no?.

http://policia_local/archivos/homicidios/2fd5f4d5fas42d4s8dsa45fd48f».

Al entrar vi que era la página de la policía. Ese archivo hablaba de todos los homicidios que yo había cometido; al parecer fueron recuperados los videos, fotos y demás evidencias, pero aún eran casos sin resolver. Venían las URL de las que Google me habló tanto, y entre ellas nuestra página y distintas páginas con ventanas emergentes, las cuales son usadas por trolls en la red. Al intentar acceder eran enlaces rotos, pero eran las URL que Google me había enviado, de nombres largos, con números y letras sin sentido. Entre éstas se encontraba la del video de Vicky; no entré porque no se podía, pero sabía que era el video, pues había un nombre de usuario en la dirección.

Me sorprendió todo eso y darme cuenta de que, en realidad, Google nunca habló conmigo ni me obligó a nada. Yo me había vuelto loco, o eso quería hacerme pensar; pero seguía sin entender por qué había visto a un tipo encapuchado aparte de mí, y por qué Vicky y mi amigo hablaban de un «Ellos». Tal vez se referían a esos tipos encapuchados. No recuerdo haber hecho algo para ocasionar ese accidente en mi antiguo empleo, además, las conversaciones borradas y esas trampas… las hizo desde el inicio.

Pero pensar en esto no me sirvió, no obtuve respuesta alguna. Decidí entregarme, así podría conseguir respuestas, pero antes busqué al detective de la página con la esperanza de que él supiera algo de Google.

Mis cuartadas para evidenciar que yo no era el asesino y demás pruebas me salvaron de ir a prisión. Tuve, en algún sentido, la suerte de terminar en un manicomio.

USUARIO g00gle_240394 parte 5

Para empezar, la escena tenía un ángulo poco apreciable, y se oían gritos, como si la tortura se hubiera vuelto sumamente sádica. Se podían ver ligeras salpicaduras de sangre y se escuchaba algo así como un motor o una máquina escandalosa, y sonaban herramientas cayendo al suelo, un caos total. Lo único que se podía ver con la pobre iluminación era un par de siluetas peleando, pero cuando la imagen se volvió clara, la cámara cayó al suelo y sólo se veía la toma de unos pies. En esa toma vi caer lo que parecía ser una pierna cortada, un par de entrañas y mucha sangre. Entonces un pie del atacante pisó la cámara y ésta se quedó filmando estática por aproximadamente unos diez segundos.

El video se cortó y se puedo ver al sujeto que hizo todo vistiendo una capucha. Lo primero que pensé fue que ese extraño sujeto era Google, pero no pude verlo bien, la capucha lo cubría y apenas había un poco de luz en la toma. Esta escena entrecortada del asesino duró poco más de unos segundos. El video terminaba ahí, se cortó bruscamente y la página se cerró de manera automática. Una sensación escalofriante recorrió todo mi cuerpo. Miré a Vicky y sólo comencé a llorar. Entonces recibí un mensaje en su celular, que decía:

«Hola de nuevo».

Era Google. Decidí contestarle, diciéndole:

«¿Cómo pudiste hacer esto? Pensé que me habías dejado en paz, ¿por qué le hiciste esto a Vicky? ¡Ella no debía estar involucrada!».

«Lo sé, pero ella se involucró y le tocó perder. Deberías dar gracias de que aún seguimos activos; es decir, ella simplemente cerró sesión en su vida mortal, pero estará conmigo para siempre, su video la ha inmortalizado».

«¡¡¡MALDITO ENFERMO!!!».

Dije eso y apagué el celular. Salí de la habitación y decidí irme de ahí. Tenía que investigar lo que estaba pasando, quién era Google en realidad y por qué aún me involucraba en esto después de tanto tiempo. Los libros que había leído todo ese tiempo me dieron ideas de cómo investigar sin involucrar a la policía, pues si lo hacía ellos pensarían que fui yo quien mató a Vicky y quien cometió el asesinato de mi amigo.

Hice una pequeña maleta con algo de ropa y sólo llevé mi laptop, a pesar de que había pasado tanto tiempo desconectado, pues tenía otras intenciones aparte de sólo investigar. Por último, tomé las llaves de mi auto, y me fui.

Conduciendo llegué a las afueras de la ciudad. Había un hotel, esos que están a la mitad de las carreteras, que sólo tienen cuartos básicos y no cobran mucho; era un lugar perfecto para ocultarme mientras averiguaba quién era este asesino. Renté una habitación por un tiempo y comencé mi investigación. Google empezaba a hastiarme, hablaba de nuestra página y del dinero que estábamos ganando. No contesté nunca, pero él insistía y hacía distintas preguntas, como si ya no me importaba esto o si le ayudaría con lo siguiente. Pude ignorarlo por casi una semana, pero mi estado mental me estaba llevando demasiado lejos, ya debía dinero al hotel, y mi trabajo, aunque no lo quisiera, seguramente lo había perdido. Fue entonces cuando tomé medidas drásticas: esperé a que Google se conectara y le pedí mi cuenta bancaria. Él accedió de inmediato, y la apunté y fui a un banco. Una vez ahí traté de retirar dinero de la supuesta cuenta, pero no había registro de ella. Siempre pensé que era una mentira, y por esa razón no me molesté, pero al volver a casa, Google me había escrito. El mensaje decía:

«¿Eres estúpido? Si querías retirar el dinero me lo hubieras dicho, yo mismo lo haré por ti. No vuelvas a involucrar a nadie más en esto, podrían saber de mí. Y aparte, ¿cómo un niño de diecisiete años va a retirar dinero así como así?».

Leí eso y escuché la puerta. Al abrir, era un sujeto con un paquete. Me lo entregó y me pidió mi nombre para registrarlo como recibido, pero le dije que no esperaba paquetes. Luego me preguntó todos mis datos, los cuales estaba leyendo desde una hoja que describía la entrega. Todos los datos eran reales, pues hasta la ubicación actual —el hotel— la tenía indicada en esa hoja. Decidí tomar el paquete y me pidió escribir mi nombre de nuevo. Cuando comencé, me dijo:

—No señor, su nombre de usuario, por favor.

—¿Usuario? —le pregunté extrañado.

—Como ejemplo, mire el mío.

Miré lo que llevaba bordado en su playera. Me dejó en shock, porque lo que decía era «g00gle_301193».

Me hizo reaccionar y me pidió nuevamente mi nombre de usuario. Le dije que no sabía de lo que hablaba.

—Ambos sabemos que eso es mentira, usted cuenta con un nombre de usuario otorgado por alguien que también ya debe conocer. ¿Acaso acaba de iniciar sesión?

Sólo escribí lo primero que me llegó a la mente, «g00gle_240394». El sujeto me dio las gracias y se retiró.

Estaba mirando el paquete, no quería abrirlo, esperaba encontrarme con la cabeza humana de algún familiar o tal vez un video de otro homicidio. Decidí ponerlo en la mesa y no lo abrí en todo el día.

No dejaba de pensar en lo que ese tipo había dicho, «nombre de usuario»… En ese momento volvieron a tocar la puerta. Antes de abrir me asomé por la mirilla; era el dueño del hotel. Lo hice pasar y me dijo que tenía que pagarle la renta o si no me echaría de ahí. Conversé con él y lo convencí de no echarme, le dije que tendría el dinero pronto, que no podía dejar que me echara. Justo cuando cerré la puerta y encendí la máquina, vi un mensaje de Google:

«Abre el paquete, es tu parte. Espero que sea suficiente».

Abrí con miedo el paquete, pero sólo era una cámara. La reconocí de inmediato, era la cámara que había comprado tiempo atrás; estaba sucia y llena de algo que parecía ser sangre. No me preocupé por eso y vacié la caja, encontrando también una pistola y un sobre con una tarjeta de débito. Realmente necesitaba el dinero, así que la tomé y salí a un cajero.

Eran las once de la noche, llegué a un cajero y, al mirar la cantidad que la cuenta de la tarjeta tenía, casi no lo creí: tenía más de medio millón de pesos. Sólo retiré lo necesario para pagar el hotel y regresé, le pagué al dueño y me fui a mi cuarto. La laptop seguía encendida, y como si supiera que había regresado, Google me escribió nuevamente.

«Veo que estás más relajado ahora».

«Supongo, pero aún debo saber… ¿quién diablos eres tú?».

«Buena pregunta, pero ¿por qué no te evitas la fatiga y vuelves a la escena del crimen? Ahí puedes obtener respuestas, ¿no lo crees?».

Tenía razón, salí tan rápido de ahí que jamás me di el tiempo de observar con atención. No escribí nada más y fui en dirección a mi antiguo departamento. El olor se había vuelto penetrante, sólo abrí la puerta y mi estómago se revolvió a tal grado que me ocasionó el vómito. Soporté el hedor y comencé a explorar el sitio; aún estaba el cuerpo de Vicky, su celular… todo como lo recordaba. Pero después recordé la cámara, la que venía en el paquete. ¿Cómo pudieron entregármela si ésta debería seguir por aquí arrumbada? Encendí mi laptop y Google estaba listo para chatear:

«¿Qué dices, tus inútiles libros no te enseñaron nada?».

«No es eso, sé que tú eres quien hizo esto, vi a un encapuchado cuando murió mi amigo, ese mismo sujeto aparece en el video. ¿Por qué no das la cara? Sé que eres tú…».

«Y entonces… ¿por qué usas la misma capucha?».

«¿Qué dices?», pregunté asombrado. «¿Qué maldita capucha?».

«Entre tus cosas, ahí la encontrarás. ¡Busca bien, Sherlock!».

No dijo nada más y se desconectó. Volví a mi habitación y busqué desesperadamente; grande fue mi sorpresa al encontrar entre mi ropa la capucha de la que Google hablaba. No podía creerlo, no podía ser cierto. ¿Entonces por qué veía a otros sujetos? No busqué respuestas en ese momento, sólo salí y deposité un mes de renta en mi antiguo departamento para evitar que alguien sospechara e intentara entrar. Volví al hotel, en ese momento el dueño me detuvo, y me cuestionó:

—¿De dónde sacaste el dinero, hijo? No tenías nada, y en un par de horas saliste y conseguiste el efectivo. Dime la verdad, ¿a qué te dedicas?

No contesté, ni siquiera lo miré, simplemente caminaba hacia mi cuarto. Una vez en la puerta, busqué mis llaves para abrir, pero él seguía haciendo preguntas:

—Vamos, dime, ¿acaso eres ladrón? Si no me contestas me veré obligado a llamar a la policía.

Eso me asustó, así que sólo abrí la puerta y la cerré con llave. El dueño seguía tocando y gritando, y luego se fue diciendo que iría por la policía. Lo único que pensé fue en contactar a Google, pero no sabía cómo localizarlo y estaba desconectado. Me desesperé, no sabía qué hacer, ahora estaba solo. Tal vez comencé a volverme loco y aluciné todo, en el mejor de los casos, nada de esto había pasado.

USUARIO g00gle_240394 parte 4

Una mirada psicópata y una sonrisa demoníaca se dibujaron en su rostro. Entonces se lanzó hacia mí gritando que en serio lo sentía. No supe qué hacer, sólo intenté defenderme; pero cuando estaba sobre mí y yo estaba en el suelo, un extraño sujeto encapuchado se acercó a nosotros y golpeó fuertemente a mi amigo, quitándomelo de encima. Lo escuche decir:

—Tu tiempo se acabó, es hora de cerrar sesión.

Una vez que estuve libre intenté escapar, pero escuché un tremendo grito desgarrador y, al voltear, vi a mi amigo pidiéndome ayuda; el sujeto encapuchado lo había atravesado con un fierro, con el cual después lo golpeó frenéticamente. Sólo fui capaz de seguir huyendo, y cuando empecé a correr, un mensaje llegó a mi celular. Era Google nuevamente, me había enviado un mensaje, que decía:

«Vuelve y tómale una fotografía, sólo eso. Te he facilitado el trabajo, ¿no lo crees?».

No recuerdo bien qué fue lo siguiente que hice ese día, pero al día siguiente cuando logré reaccionar, estaba en la ducha. Salí y un mensaje estaba en mi celular, éste tenía un número que, según decía, era una cuenta bancaria en donde podría cobrar lo ganado por la fotografía. Decidí ignorarlo y apagué el celular… sólo quería olvidarlo todo.

Pasó un año, pensé que ya había acabado para mí, pero sólo lo había ignorado por un largo tiempo. Había dejado de utilizar teléfono celular con cualquier servicio de internet, borré mis cuentas de cualquier servicio en línea y me alejé de la web en cualquier aspecto desde ese día. No había olvidado por completo lo sucedido, pero al menos intentaba no recordarlo. Un día, sin embargo, en mi nuevo trabajo en un supermercado —uno de esos que abren las veinticuatro horas del día—, vi a Vicky. Eran alrededor de las dos de la madrugada. Sabía que era ella, jamás olvidaría a nadie involucrado en ese maldito evento. Vicky se veía más demacrada y muy alterada, no era la chica que yo recordaba. Entró al lugar y me miró fijamente, para luego decir:

—Al fin te encuentro…

Su cara estaba pálida, tenía unas ojeras tremendas y simplemente se veía devastada; su voz sonaba entrecortada y débil. Preocupado, le pregunté:

—¿Qué sucede…, por qué me buscabas?

No entendí bien lo siguiente que dijo, pues se desplomó en el piso, desmayada. Lo que creí entender fue… «Google»…

La llevé a mi auto y la recosté ahí, y pedí permiso para irme. Llegué a casa, recosté a Vicky en mi cama y yo me quedé en el sofá. No podía conciliar el sueño, todas esas memorias llegaban a mi mente una y otra vez, nuevamente, sin dejarme en paz. Decidí leer algo para ignorarlo, desde que me había alejado del internet solía leer regularmente novelas de misterio y cosas de detectives; me gustaba distraerme con eso, pues con los libros me sentía seguro. Apenas comenzaba a leer cuando escuché a Vicky gritar. Corrí a mi habitación y miré a todos lados; ella estaba sola, pero me dijo con voz débil que necesitaba mi ayuda. Aún tenía dudas sobre por qué me estaba buscando, así que le pregunté:

—¿Por qué dices que me buscabas?

—Ellos vendrán por mí. Me dio curiosidad saber quién era ese sujeto que me hablaba por el chat… debí haberte hecho caso. Él me dijo que ahora no habría salida.

—¿Salida de qué?

—Ahora… debo asesinarte, o ellos me mataran a mí.

—Dime que tú no…

Me sorprendió lo que escuché, pero decidí ayudarla, pues supuse que ella también se había involucrado con Google. Le pregunté más, pero sólo me mostró una foto con su celular y se quedó dormida, estaba débil y necesitaba descansar. Miré la foto y me sorprendió, era una de un homicidio similar al de la foto que yo recibí. Era yo, sólo que me veía muerto en un sentido más… tranquilo, ya que sólo se podía apreciar una porción de mi cuerpo con un agujero de bala en la frente, algo más práctico que la última vez. El nombre del archivo era «http://user_g00gle_240394_29_april_2012/fghfd1g4g56df2d1f2a4ff4af1d2/log_out».

Miré la URL un rato y me percaté de algo que no había notado en otros enlaces enviados por este asesino: estaba escrita lo que parecía ser una fecha. No podía dormir, no dejaba de mirar a Vicky, en lo único que pensaba era en que sería asesinado. Me senté en el piso, y después de un rato de lectura e incómodos pensamientos, logré dormir.

Un olor nauseabundo me despertó. Estaba recostado en mi cama, y ésta se encontraba bañada en sangre. Me volteé y vi a lo que parecía ser Vicky acribillada. Sus órganos estaban esparcidos por toda la habitación, al igual que su sangre. Cuando logré salir del shock me levanté rápidamente de la cama y noté que su celular estaba en mis manos. Tenía puesta una dirección que me recordó mucho a lo que Google llamaba «nuestra página», sólo que la URL se parecía a la del día anterior, con un pequeño cambio: «http://user_g00gle_240394/change/g00gle120393_03_april_2012/fghfd1g4g56df2d1f2a4ff4af1d2/log_out».

Había otro «google» con números escrito ahí. Decidí ver la página y ésta solamente contenía un video sin título. Lo reproduje, la calidad era de no más de tres pixeles. Supuse que g00gle_240394 lo había editado para que se viera más tenebroso, pues al comenzar se veía a la silueta de alguien con un cuchillo acercándose a la cámara y comenzando a rondar el cuarto. No logré ver mucho hasta que encendió una pequeña luz, tal vez una lámpara; en cuanto esto sucedió descubrí que era mi cuarto.

Enfocó la cama en la cual se encontraba Vicky, pero no estaba dormida, ella estaba despierta, atada a la cama y amordazada. La silueta se acercó y, en un acto al estilo Guinea Pig: Flowers of Flesh and Blood, enfocó una pequeña mesa que tenía en mi cuarto, sobre la cual había un mantel, una charola y varios utensilios de uso cotidiano, asemejándose grandemente a esas mesas que los cirujanos utilizan para colocar sus herramientas. Sabía exactamente lo que sucedería, pues el cadáver de Vicky ahora se encontraba en mi cuarto.

El video continuaba, el sujeto que grababa hacía que pareciera que el espectador era quien estaba haciendo todo, como una clase de video en primera persona. Tomó un desarmador con una mano, se acercó lentamente a Vicky, acarició su pierna y con un violento movimiento lo clavó en su pierna; grabó su rostro, podía apreciarse el dolor en ella y apenas se escuchaban sus gritos y gemidos. Volvió a la toma del desarmador y comenzó a retorcerlo dentro de su pierna, y luego lo sacó y volvió a la mesa, de la cual tomó un cuchillo de cocina común y corriente. Se acercó nuevamente a Vicky y esta vez no la lastimó, sólo utilizó el cuchillo para desgarrar su ropa.

La siguiente escena fue algo tan sumamente enfermo, que la única forma en la que podría describirla, es diciendo que esta escena parecía sacada de la película A Serbian Film. El sujeto puso la cámara en un lugar donde pudiera grabarse lo que hacía claramente. Durante unos veinte minutos, aproximadamente, violó a Vicky, pero eso no fue nada. Después de ese tiempo, el sujeto comenzó a acuchillarla en sus extremidades de modo que sólo la hería sin matarla, y de un momento a otro, se detuvo; Vicky lloraba, y se vio al sujeto levantarse tranquilamente y salir de escena, para después entrar con una licuadora. La conectó y la encendió, entonces introdujo la mano de Vicky y la destrozó por completo, pudiéndose ver cómo la sangre y trozos de carne desechos volaban por la habitación.

La agónica escena se cortó y se vio un ángulo distinto, como si alguien más grabara. Se veía el brazo de Vicky, el que no fue dañado por la licuadora, y una segueta comenzó a hacer un corte brusco en él; Vicky intentaba zafarse, pero ese forcejeo inútil sólo causaba que el sujeto hiciera varios cortes adicionales en su brazo. Cuando estaba a punto de cercenarlo, ella lo arrancó de un jalón y se escuchó un grito tremendo; a pesar de que estaba amordazada, los gemidos eran fuertes y me hacían sentir el dolor que ella sintió.

El video comenzó a fallar, y luego de unos segundos la toma se recuperó, sólo que esta vez Vicky ya estaba muerta y totalmente desecha, era sólo un tronco sin forma alguna en su rostro y desgarrada de cualquier otra parte. La toma se veía borrosa y se adelantaba sin razón alguna, para después regresar a donde nos habíamos quedado. En esta toma Vicky ya no estaba amordazada, y lo poco que le quedaba de brazo estaba desatado. Parecía que ella se quitó la mordaza como pudo, pues su cara estaba llena de sangre. Con voz débil pedía clemencia, que la dejara ir, sólo lloraba y rogaba por ser liberada. En esta toma la calidad había subido impresionantemente, como si una cámara profesional hubiese grabado sus últimas palabras. La toma hizo un corte rápido, y la siguiente escena volvió a ser de una calidad baja y aspecto turbio. A pesar de que no quería continuar viendo, el morbo no me dejaba reaccionar.

USUARIO g00gle_240394 parte 3

Mi amigo navegador se desconectó y me dejó pensando. La curiosidad de saber qué pasaría era grande en mí, así que esperé a ese miércoles.

Habíamos cambiado la ubicación del cibercafé hace dos o tres días, apenas comenzábamos a trabajar de nuevo cuando llegó mi jefe a mostrarme algo; era la foto de la que había hablado con g00gle_240394. Mi jefe me contó que tuvimos mucha suerte, pues hace un par de horas, hubo un accidente en la calle en la que trabajábamos anteriormente. Un tráiler de combustible se volcó y esto ocasionó una fuerte explosión. Mi jefe, emocionado, me pidió que me moviera de la máquina; vi lo que estaba haciendo, y él estaba subiendo la foto, para después publicarla en sus redes sociales contando lo sucedido y la suerte que tuvo al irse de ahí. Eran las 4:20 p.m. y mi jefe seguía en la máquina, y pensé que él al fin lograría ver a g00gle_240394. Esto me alegró, pero de un momento a otro recibió una llamada, desconectó su teléfono del ordenador, el cual era exactamente un Sony Ericsson W580, y atendió la llamada. Colgando me dijo que ya se iba. Faltaba sólo un minuto, por lo que le pedí que esperara, pero me contestó que no podía, que se tenía que ir urgentemente, y luego de que abandonó el establecimiento, el mensaje llegó. Le grité y le pedí que volviera, pero me dijo que fuera lo que fuera, tendría que esperar.

Miré el mensaje, era de g00gle_240394, y decía:

«Hola de nuevo. El gran día llegó».

A decir verdad, me pareció extraño que lograra localizarme, tal vez haber cargado la imagen fue lo que delató mi ubicación, pero eso era lo de menos. Él había acertado en cuanto a lo sucedido, la fotografía era exactamente como la recordaba. Al ver que tardaba en responder, mandó otro mensaje.

«¿Acaso no te alegras de conversar conmigo de nuevo?».

«No es eso», le dije. «Es solo que no me lo esperaba, bueno, tal vez en algun sentido lo esperaba, mas no estaba seguro de que volveriamos a estar en contacto…».

«Entonces, ¿estás listo?».

«Supongo, d q se trata?».

«¿Sabes lo que significa el término snuff?».

«Si, eso, lo paranormal y el gore son muy famosos en la red, claro despues d la porno…».

«Sí, eso pensé. Sé que has llegado a curiosear sobre todos esos términos, así que espero que estés listo para lo siguiente: http://hdakdfuyrkfisd2654gsaafd1f5dfsdfds5fds4 fdf4ds5f4d5f4d5f».

Entré al enlace…, pero esta vez era algo más fuerte. Esta vez me sorprendió ver al que parecía ser mi jefe, muerto; pero no sólo había sido asesinado como en cualquier homicidio, ésa parecía la obra de un psicópata sanguinario. No pude mirar la imagen por mucho tiempo, la cerré casi de inmediato y le exigí que me diera una explicación.

«Es lo que quiero en nuestra página».

«No entiendo, debo fotografiar a un muerto y subir la imagen???».

«Algo así, pero no es tan sencillo…».

«No entiendo…».

«Tú eres quien debe asesinarlo».

«COMO?!?!?!».

«No hay más explicaciones, sé que lo harás».

«Y q si me niego???».

«No hay vuelta atrás, pues ya sabes de lo que se trata. Tu cuenta está hecha, y ahora debes hacerlo si no quieres que tu registro sea dado de baja, o que nuestra página tenga algo así, como… ¡TÚ en el lugar de ese cadáver!».

«Jajajajaja… esto es estúpido, no se por q t sigo el juego, vete al diablo!!! .l.».

Cerré la conversación y llamé a mi jefe. Le dije que teníamos problemas con la luz, que se había ido y no volvía, a lo que él respondió con que cerrara en veinte minutos si no regresaba. Entonces cerré y me fui de ahí, no esperé que el tiempo pasara, sólo esperé los veinte minutos una vez afuera para poder marcarle y decirle que iba a cerrar.

Estaba en mi casa y aún pensaba en la imagen y en esas tan extrañas conversaciones… Por la noche no pude dormir.

Al día siguiente llegué al trabajo algo tarde, estaba desvelado y aún seguía un poco asustado por lo sucedido. Hablé con mi jefe para informarle que no podía seguir trabajando ahí; me preguntó por qué, pero sólo le mentí diciendo que era por mis estudios. Aceptó, pero me pidió que me quedara un par de días más para darle la oportunidad de encontrar a alguien que me reemplazara. Sin más remedio, me quedé. Él estuvo conmigo todo el día, así que no supe nada de g00gle_240394 en el transcurso de éste.

Pasaron dos días más sin saber nada de g00gle_240394, pero aún seguía teniendo insomnio y terrores nocturnos. Sentía que me volvía paranoico, en especial cuando mi jefe salía o me dejaba solo.

Ese día llegó una chica que venía por el empleo, era una chica linda, simpática y amistosa; jamás olvidaré cómo era ella antes, ese día que la conocí. Se llamaba Victoria, pero le gustaba que le dijeran Vicky. El mismo día le enseñé lo que debía hacer, pero no podía dejar de actuar como un maldito loco, me desconcentraba con facilidad y no podía hablarle tranquilamente. Me sentía nervioso, sentía que algún mensaje llegaría. Eso me hizo recordar que cuando comencé a trabajar en el cibercafé, mi amigo, que estaba en el puesto antes que yo, actuaba de una manera semejante, quizá porque él también había sido acosado por Google. Éste le pidió que hiciera algo que no quería, y mi amigo abandonó el lugar.

Cuando terminó nuestra jornada laboral nos fuimos juntos, y esta chica, algo preocupada, me preguntó si me encontraba bien, a lo que sólo le comenté:

—¡Nunca, nunca…! ¡Escúchame con atención, jamás hables con alguien que no conozcas por chat, no lo hagas; Google te buscará y, una vez dentro, no habrá salida!

Luego de que dije eso, salí corriendo y me dirigí a mi casa. Estando ahí traté de localizar a mi amigo; comencé vía internet, pero no encontré sus antiguas cuentas en redes sociales, páginas de juegos ni correo electrónico, era un fantasma en la red. Mientras estaba buscándolo, pasó lo esperado. Un mensaje llegó, pero esta vez él sólo dijo algo y se desconectó. Lo que decía el mensaje era:

«Más vale que lo hagas, no corras el mismo destino que g00gle_010692: http://archive/g00gle_010692/fg1f5g4fgfd5g4sd8f4eq65f78ef4».

Mi curiosidad me llevó a una respuesta. El enlace me condujo a una clase de perfil de mi amigo. Anoté el número de su celular y apagué el equipo, pues no pensaba quedarme a esperar a que otro mensaje llegara. Marqué el número un par de veces, sin obtener respuesta. Justo cuando dejé de marcar y estaba a punto de irme a la cama, una llamada entró. Contesté y era mi amigo, el cual me preguntó sólo una cosa:

—Dracko, ¿eres tú?

—Sí, soy yo viejo.

No sé cómo supo que era yo, pero no dudé en preguntarle si nos podíamos ver. Aceptó y acordamos un punto.

Al día siguiente me encontré con mi amigo, el cual lucía tranquilo, transmitiéndome la idea de que no pudo pasarle nada de lo que a mí me estaba pasando. Él comenzó la charla.

—Cuánto tiempo, vaya, apenas y me acordaba de ti. ¿Cómo has estado?

—Bien, yo… —No quise hacer más rodeos y fui al grano—. Viejo, ¿qué sabes de un usuario llamado google guion bajo 24, 03, 94?

Su cara se puso pálida, y sólo me dijo:

—Me tengo que ir, fue un error venir a verte, tengo que trabajar…

—No, espera, necesito respuestas. Ese usuario me está acosando, amenazando y, por lo visto, lo conoces. Dime qué es lo que sabes, por favor.

Estaba a punto de retirarse, estaba de espaldas, y me contestó con lo siguiente:

—No sé por qué olvidé mencionar eso cuando tomaste mi empleo, pero ahora lo siento, en serio, por segunda vez… Por ti…

—¿A qué te refieres? —pregunté curioso.

—Lo siento, pero creo que para remediarlo puedo terminar lo que empecé ese día, antes de que ellos vuelvan…

USUARIO g00gle_240394 parte 2

Pasaron un par de días y ya me había olvidado de lo sucedido, pero ese usuario volvió un día por la tarde, haciendo la misma pregunta. Esta vez no le contesté y decidí mostrarle a mi patrón el mensaje para así poder saber de dónde provenía. Transcurrieron aproximadamente unos veinte minutos hasta que apareciera en el chat que el usuario g00gle_240394 estaba desconectado. En ese momento mi jefe entró al local y le dije que viera a la pantalla; lo que le mostré fue una ventana de chat sin PC seleccionada y en blanco, totalmente en blanco. Me preguntó la razón por la que le había mostrado eso, pero me limité a decir, «Vaya que soy descuidado, creo que lo cerré. Olvídelo, no era nada…».

Ese día me sentí como un tonto y pensé que lo mejor era que yo mismo descubriera a ese sujeto. Llegué a mi casa y descargué un programa para localizar ordenadores alrededor del mundo. Pasaron muchos días sin que apareciera, casi dos semanas. Yo ya había instalado el programa en la máquina del cibercafé.

Entonces llegó el día, g00gle_240394 volvió con su pregunta. Inmediatamente busqué el programa y me di cuenta de que no estaba en donde lo había dejado, sin acceso directo o archivos en disco; mas no me detuve ahí —pensé que mi jefe pudo haberlo borrado, él solía borrar los archivos sin dar previo aviso cada vez que descargaba algo y no lo justificaba—. Busqué de nuevo el programa, pero mientras estaba descargándolo el sujeto se desconectó… sólo que esta vez me dijo lo siguiente antes de retirarse:

«Si querías saber de dónde soy, ¿por qué no lo preguntaste?».

Al parecer sabía, de alguna manera, que lo quería localizar. El archivo se descargó y comencé a rastrear la procedencia del mensaje, pero casi al finalizar la búsqueda la ventana volvió a ponerse en blanco como la vez pasada y el programa marcó error. No me di por vencido y lo guardé en una USB, de esa forma no correría el riesgo de perder el programa de nuevo.

Él volvió a escribirme justo al día siguiente. Sabía cómo funcionaba el programa, así que decidí entretenerlo mientras terminaba de buscar. Hizo la misma pregunta:

«¿Qué estás haciendo?».

«Trabajo, q me dices tú???».

«Interesante, ¿acaso trabajas en un cibercafé?».

«Como lo sabes???».

«Tienes internet, estás conectado todo el día. Si estuvieras en una oficina o algo similar, no podrías tener acceso a la red tan constantemente. ¿Acaso crees que te estoy espiando?».

«Nada d eso, simple curiosidad, tu q me cuentas, aun no me respondes».

El programa estaba por terminar, cuando él dijo lo siguiente:

«Nada… Oye, lo siento. Me tengo que ir. Pero por si te aburres, o aún quieres saber en dónde estoy, revisa este enlace: http://archives/map/register_ssxa44a2gghdfg12/g00gle_240394».

El programa marcó error de nuevo, pero, al parecer, el sujeto era o torpe o quería jugar conmigo, tal vez confundirme. Entré al enlace por curiosidad, y porque supuse que mis intentos por localizarlo seguirían fallando. Mi sorpresa no fue mucha, pues el enlace conducía a una foto de la calle en donde se encontraba el cibercafé, sólo que ésta se veía distinta. Creí que él la pudo modificar o que era la misma calle antes de que yo la conociera. Cuando mi jefe llegó para cerrar, pensé en mostrarle la imagen, pero no pude ubicarla; busqué en el historial sin ningún éxito. Mi jefe no dijo nada, sólo me miró extrañado por mi comportamiento.

Al otro día, luego de que mi jefe se hubiera ido, g00gle_240394 comenzó a chatear conmigo. Esta vez intenté sacarle alguna respuesta.

«Hola amigo, ¿qué tal tu día?».

«Pues apenas empieza, en donde estamos, según tu foto de ayer, apenas son las…», antes de que terminara de escribir, él mandó un mensaje:

«9».

«¿?», le escribí.

«Son las 9, 9:03 a.m., para ser exactos».

«Bueno mi reloj dice q son las 9:00 a.m. pero son solo minutos d diferencia».

«¿Y qué tal si fuera más que eso?».

«A q t refieres???».

«¿Recuerdas la foto? Creo que no podrás seguir trabajando aquí por mucho».

«Quieres decir q vienes del futuro o algo así???».

«Es una forma de decirlo».

«Cual es tu nombre real???».

«Google».

«Aha y yo me llamo Wikipedia jajajajaja», le respondí cínicamente.

«No, tu nombre real es Guillermo, pero prefieres que la gente te llame Dracko».

En ese momento no me asusté, si el tipo era un gran informático (algo de lo que no me cabía la menor duda) pudo haber averiguado eso gracias a la infinidad de redes sociales y otros sitios a los que me he registrado. Entonces le dije:

«Veo q eres bueno para esto, debes ser un Hacker, si es así, por q sigues a alguien como yo y no a la CIA o el FBI, no sé, podrías cambiar las acciones d FaceBook a tu favor, por q me sigues a mi???».

«Sencillo, porque el dinero no me es útil; ¿para qué lo quiero si no lo necesito? En cambio, si logro encontrar a alguien que me ayude, como tú… eso podría servirme más que el dinero».

«Quieres decir q necesitas a alguien… Para???».

«Una página, una que pueda ser constantemente visitada. Tal vez varias páginas. Creo que me serviría alguien como tú para esto, tienes el tiempo libre suficiente para ayudarme, además de que busco a alguien en particular, y tú lo localizarás más rápido que yo».

«Paginas, solo eso, por q no hackeas una ya existente???».

«Porque ya son mías, cualquier página que te llegue a la mente; y no sólo eso, los dueños de esas páginas son personas como tú, a las que también contacté y las volví ricas y poderosas. Digamos que soy el dueño de esos seres».

«Acaso estas Trolleandome??? Q sigue, dirás q eres el diablo y estas consumiendo almas, por eso FB y YouTube son tan conocidos, por q los creadores vendieron sus almas y ahora tienen lo q querían».

«No lo mal interpretes, no tengo nada que ver con algo sobrenatural. Te lo dije antes, soy Google, ¿acaso eso no te suena familiar?».

«Demuestralo viejo…».

«http://google.com.mx».

«Vaya, se nota q eres google ¬¬…».

«Sé tus contraseñas, las biografías de tus páginas, con todas las modificaciones que les has hecho. Sé todo lo que has llegado a registrar entrando a mí, tu historial, incluso el eliminado. Mira esto, incrédulo… http://archives/map/register_ssxa44a2gghdfg12/g00gle_240394».

Entré al enlace y éste llevaba a la misma imagen del día anterior, lo que no demostraba absolutamente nada; aún seguía creyendo que era un hacker troll sin nada más que hacer, pero mi curiosidad era grande, y no detuve la conversación:

«Bien “Google” y q es lo q hare por ti???».

«Sencillo, revisa esto: http://hiawfgfhjy518ss1ffg4d5f121fd8g7s».

Era un enlace que llevaba a una página vacía de fondo negro, nada especial. Entonces le pregunté:

«Q con esto???».

«Necesita algo relevante, ¿no lo crees? Tal vez una imagen, algo como esas ventanas emergentes. Puede ser un enlace troll como Ooskar o Goatse.cx, algo que haga que la audiencia trabaje por sí sola».

«Por q no subes tu imagen alterada, la d esta calle???».

«Buena idea, pero no puedo usar el registro de esa imagen hasta que suceda».

«Suceda???», pregunté algo impactado. «Q debe suceder???».

«Lo que ves en la foto, su registro será el día miércoles de la semana que viene. De hecho, a la imagen la subirán desde tu cibercafé; es una fotografía tomada con un Sony Ericsson W580. Ésta será tu evidencias, así sabrás que yo soy Google, mientras tanto, me retiro. Pasado este suceso te contactaré, exactamente a las 4:22 p.m., para acordar lo que se subirá a nuestro sitio»

USUARIO g00gle_240394 parte 1

Tenía yo dieciséis años cuando comencé a trabajar. Mi primer trabajo fue en un cibercafé en el que trabajaba un amigo, y gracias a él entré a ese lugar. Luego de que estuvo enseñándome todo lo que debía saber por algunas semanas, dejó el trabajo y me quedé solo por casi dos meses. En el transcurso de ese tiempo recuerdo un día muy peculiar, cuando conocí a un usuario llamado «g00gle_240394». El nombre me extrañó un tanto, pues llevaba la palabra Google escrito con dos ceros sustituyendo las o, pero supuse que sólo era alguien que estaba aburrido, porque lo primero que me dijo fue, «¿Qué estás haciendo?».

Antes de contestarle miré a mi alrededor, pues el chat por el cual me comenzó a hablar era el que comunicaba los ordenadores en el cibercafé. Los clientes usaban ese chat casi nunca, sólo lo ocupaban algunos tímidos para enviar mensajes como «¿Puedo mandarte a imprimir?» o «¿Me permites usar tu baño?». Normalmente, el chat lo utilizábamos los que estuviéramos de encargados para notificar que íbamos a cerrar o alguna cosa por el estilo. El local estaba casi lleno, pero el mensaje fue enviado desde una máquina que el PC del administrador (es decir, yo) no reconocía. La ventana del chat se veía algo así:

Cyber Chat: Admin 02 PC: 00

g00gle_240394: ¿Qué estás haciendo?

Supuse que algún tipo listo había cambiado la configuración de su ordenador. Si ese mismo sujeto había logrado cambiar el nombre predeterminado del usuario, el cual en el chat debería ser algo como «Usuario PC 01», pues entonces también era capaz de cambiar la configuración predeterminada de su máquina. Para asegurarme, le contesté:

«Veo q cambiaste la configuración de tu maquina, pero quien es tan tonto como para enviar un mensaje al administrador después de hacer algo así? gracias a esto ya lo note, pon todo en orden por favor, gracias».

Tardó un par de segundos en contestar, pero al hacerlo sólo se disculpó y no volvió a escribir. No supe quién había sido, luego de que revisé todas las máquinas por medio de la mía no vi ningún mensaje enviado. Tal vez fue alguien robándose la señal, de todas formas sólo era el encargado del local, así que no podía hacer mucho. Cuando estuve con el dueño antes de cerrar, le comenté lo sucedido, y él me dijo que lo revisaría y me retiré. Al día siguiente me dijo que no había ningún interceptor en la señal, pues la única forma de conectarse era por medio del cable de Ethernet; me refrescó la memoria diciendo que habíamos desactivado la señal wi-fi porque varios negocios de la cuadra la utilizaban y eso ralentizaba la red. No respondí nada, pero me quedé con la duda.

LA FERIA ABANDONADA(POR QUE ESA CARA LARGA?)

Hace unos días me puse nostálgica y comencé a buscar las fotos en el sótano. Encontré varias de mi escenario cuando era pequeña encontré diarios pero todo terminaba diciendo:

"LA FERIA VENDRÁ MAÑANA ESTOY ANSIOSA"

Encontré varias fotos todas estaban en blanco y negro porque mi madre no tenia plata para una del color de los ochenta.

Cada vez que recordaba mi infancia sentía que algo me agarraba de la cintura. Un nombre me daba vueltas en mi cabeza desde que tengo conciencia "un nombre" el nombre era Bozo. Siempre lo recordé pero nunca supe de donde era, no puedo recordarlo.

Cuando busque en el ático encontré una caja grande con un signo raro en un papel, no recordaba mi infancia. Parecía que algo había pasado para que mi infancia se hubiera arruinado, algo destrozo mi mente cuando era pequeña.

Desde que recuerdo, tengo ataques de pánico. Nunca comenzaron, son normales para mi pero es horrible de noche, porque recuerdo una bola roja como las que usan los payasos con arrugas y cucarachas comiéndosela.

Cada mañana, mientras me baño siento que algo me observa. Desde entonces uso bikini para bañarme y compre una cerradura de habitación de pánico.

Antes de encontrar todas las escrituras y fotos llame a mi madre en medio de un ataque de pánico y recordé una manga que era blanca que decía:

"Bozo."

Le pregunte a ella quien es bozo, ella se quedo callada y dijo que "ya no volvería mas...hija" y corto. Me asuste por el comportamiento de mi madre. Parecía asustada y ella es muy orgullosa, pero en el momento que le dije la palabra Bozo se escucho un respiro profundo por el teléfono.

Prendí la televisión y me puse a ver una película. Derrepente aparecí en el piso, en un charco de baba parecía haber tenido convulsiones toda la noche. Revise la cámara de seguridad que instale. Estaba viendo la tele, cuando cambie de canal estaba mirando a el payaso maldito. Era una película serie que daban todos en esos tiempos. Apenas lo puse, apareció el payaso y entonces me asuste mucho.

Llame a mi madre de nuevo. Atendió un hombre y le pregunte que hacia ahí.

- ¿Conoces a la señora Taylor?

- Si es mi madre.

-Me dijeron que se había suicidado y que mandaría la patrulla para mi casa.

Después de eso, vomite. Mi madre no era capas de suicidarse...

Mi padre estaba muy triste en el funeral. Recuerdo que le dije que venga a vivir conmigo porque me sentía muy sola. El vino y se instalo en mi casa. Desde eso, dormía al lado de mi padre. Ya no tuve mas ataques de pánico, pero seguía recordando "BOZO".

Me levante al día siguiente y mi padre no estaba en la cama. Me levante con miedo. Fui a la sala, el salio con la comida. Me había preparado el desayuno entonces me tranquilice. Tomamos un té, viendo la televisión y en el momento precioso, mientras se reía con un programa, le pregunte quien era Bozo. Mi padre se estremeció, se puso pálido y me dijo que el no volvería hablar de el. Yo le pregunte devuelta. El tiro la tasa de té al piso y se fue. Fui tras el y me dijo que no volvería mas y se tiro por la ventana del piso.

Gracias a Dios, estábamos en el segundo piso el quedo inconsciente. Llame a la ambulancia, me dijeron que en unas semanas iba a estar perfectamente bien. Me decidí a ir al vecindario, donde pase mi infancia.

Cuando llegue, la gente estaba pálida. Todos me miraban con rencor. Entre a una tienda y me dijeron que me fuera. Yo le pregunte porque. Me dijo que me fuera aun gritándome mas. Entonces, me decidí a buscar en la escuela de donde era pequeña, las fotos de mi infancia.

Estaba abandonado, parecía que no había mas niños, entonces me dirigí hacia la puerta y me aventé entre las tablas de madera que clausuraban el lugar. Había muy poca luz adentro. Se escuchaban ruidos de metales crujiendo, encontré una pared con muchas fotos y estaba yo, de pequeña con un payaso deforme con la boca abierta anormalmente y estremecedoramente horrible, grite y salí del establecimiento inmediatamente. Me decidí a descubrir que había pasado cuando era chica. Agarre la foto antes de irme, y volví a Nueva York.

Le mostré la foto a mi padre, el me explico todo.

Me dijo que cuando era pequeña me había comprado entradas para la feria y que cuando volví deje de ser la misma. Esa feria era extraña. Dijo que no estaba cuando la fui a ver. Se sentía muy raro, porque 15 minutos después de que volviera mi padre, estaba en la posición en la que habria estado en la feria, pero no había nada. Entonces me dijo que ese payaso Bozo era mi hijo y la niña que estaba en la foto era yo. Me asuste y me fui para atrás, y le comente quien era el padre con vos temblorosa y me dijo, tu mente.

Cuando me desperté estaba en un psiquiátrico y un enfermero me trajo la foto yo enrealidad soy un hombre me vi en un espejo y me di cuenta que toda la vida que había vivido era irreal. Esa FOTO, en esa foto era yo, estaba viviendo la vida de la niña que destruiste, en el espejo se veía una mandíbula gigante que provenía de mi boca perdí la razón y me pregunte:

¿Por que esa cara larga?

Un millon de payasos psicópatas destruyen la mentes de los niños torturándolos dentro del circo matando.

EL CARNICERO LOCO.

Ésta es una historia real. Algunos nombres y sucesos han sido reemplazados para proteger la identidad de sus víctimas. El único testigo de los hechos aquí descritos es una cámara de seguridad instalada en el lugar. La única sobreviviente está internada en un hospital psiquiátrico y jamás pronuncia una palabra.

Todo comenzó un otoño, cuando el frío de aquel entonces obligaba a todos a vestir muchos ropajes. La familia pasaba por algunos problemas económicos y de relaciones interpersonales, definitivamente no era el mejor momento de sus vidas. Un día, María, la esposa del carnicero, había adquirido un nuevo puesto en su trabajo; sin embargo, eso no traería más adelante las mejores noticias.

Su marido, un tipo sonso, era dueño de una carnicería en el barrio. Todo el mundo lo conocía como una persona tranquila, jamás discutía con nadie y atendía muy dichoso su local. Aunque estaban pasando por un mal momento, él siempre supo mantener una postura positiva.

El nuevo trabajo de María le significaba más horas fuera de casa y, por ende, más riesgos. Una oscura historia comenzó a tejerse en su vida cuando conoció al nuevo jefe a cargo suyo. Las interminables horas de trabajo culminaban, casi siempre, con salidas a moteles y mucho alcohol entre ambos.

Algunos vecinos de María siempre sospecharon de aquel tipo elegante que se las daba de empresario exitoso. Un día decidieron hablar con el carnicero, quien en un principio se mantuvo incrédulo frente a la situación; prefería que llegase el día en que tuviese pruebas concretas del engaño de su esposa. Hasta que ese día llegó.

El arduo trabajo le significaba ir a casa cansado y somnoliento, cada jornada era insaciable y la gente necesitaba su preciada carne. Un día llegó como siempre a su hogar. Dejando sus tétricos ropajes de carnicero en el sillón, pasó a la habitación de él y su esposa, en donde ésta se encontraba acompañada de su jefe. El descaro de la infiel era tal que al encontrarse en la dolorosa situación, no supo qué hacer.

El carnicero, que jamás había dañado a nadie en su vida, partió a la cocina de la casa para tomar el cuchillo más grande que tenía. María pensaba que intentaría asesinarla, o al ya escapado amante, pero eso no estaba en los planes del carnicero.

En ese momento estaba pasando por un desorden tremendo, y sus decisiones lo llevaron a la locura de ir a su trabajo, como siempre, con su tenida de carnicero y su enorme cuchillo en sus manos. Era casi medianoche y la carnicería había sido cerrada por él mismo, y entró como cuando llegaba a trabajar cada mañana.

Enseguida encendió la sierra de máquina, el artefacto que corta huesos de animal cual cuchillo caliente traspasando mantequilla. Tomó la peor decisión de su vida, y cobardemente se suicidó. Todo fue registrado por la cámara de seguridad, que en ese momento estaba funcionando.

Minutos más tarde llegó María al local, encontrándose con la macabra escena de su esposo muerto, con la cabeza en el suelo mutilada de su cuello y el cuerpo aún reposado sobre la máquina, conservando su cálida temperatura. Incluso el cuchillo que tenía seguía ahí, apretado por su gran y rígida mano derecha con la que destrozaba carne y huesos de animal.

La policía local lo declaró un suicidio basándose en la grabación de la cámara de seguridad. Pero ése no es el final de la historia. La ya deshecha familia del difunto carnicero empezaría a sufrir las graves consecuencias de los actos de María.

Se dice que en algunas frías noches de otoño el cadáver del carnicero vuelve a la escena del crimen para suicidarse una y otra vez. A veces, en la casa de María se oyen gritos de dolor y el sonido de una sierra cercenando la cabeza del carnicero. Cuado los gritos cesan, el carnicero ata su cabeza nuevamente a su cuerpo y toma el cuchillo más grande de la cocina. Incluso se oye cómo lo afila con malas intensiones. En seguida se siente un desagradable olor a carne humana podrida, puediéndose ver incluso la enorme silueta de su robusto cuerpo caminando por los pasillos de su casa, buscando alguien a quien matar.

Aunque nunca le ha sucedido nada a María, se dice que el carnicero aparece cada ciertas noches realizando sus macabros actos a víctimas de su mismo barrio, o incluso de la ciudad y sus alrededores. Les corta la cabeza para luego atarla y coserla nuevamente a los aún cálidos cuerpos. Y cuando eso no es suficiente, reúne todos los cadáveres de sus víctimas para ofrecerlos como muestra en su carnicería, arrastrándolos mientras camina tambaleante a su asqueroso lugar de trabajo.

Luego de semanas de trastornos en el sueño y horribles pesadillas, María comenzó a pasar por una depresión que la llevó a la locura, hasta ser internada en un hospital psiquiátrico.

Si no quieres ser víctima de El Carnicero, asegura bien las puertas de tu casa, tu cocina, y jamás dejes a la vista los cuchillos grandes, o él los podría usar en tu contra. A no ser que quieras ir a echar un vistazo a tu cocina en este momento, para asegurarte de que todo está en orden…

NO MIRES LA PUERTA.

Hace 2 años, estaban en su casa, tan tranquilos, María, una señora de 40 años que se había divorciado recientemente, con su hijo pequeño de tan solo 8 años.

Como era de costumbre María se tenía que ir todas las noches a trabajar, era una mujer con muchas responsabilidades( tanto en su trabajo como en su casa) y no podía atender a su hijo en todo momento. Pero aquel día sería muy diferente al resto; ya que, cuando se encontraban cenando vieron en las noticias que un asesino en serie, muy peligroso y agresivo había escapado del centro penitenciario de la ciudad. Lo más grave de la noticia no era que este interno hubiese escapado, lo peor era que había sido visto a pocas manzanas del hogar de la familia.

Esto provocó la incertidumbre de María que al irse al trabajo tenía que dejar a su hijo solo en casa.

Maria para prevenir desgracias cerró las ventanas, puertas, y le explicó lo siguiente a su hijo:

– No abras ninguna ventana ni las puertas. Aunque llevo las llaves, por si ocurre algo, yo golpearé 3 veces seguidas la puerta o simplemente me reconocerás por la voz y entonces sabrás que soy yo.

Llegado el momento, María se fue a trabajar y dejó a su hijo solo. Éste, lleno de miedo, cerró la puerta a cal y canto y se puso a ver la tele para relajar la mente.

Al cabo de rato, el chico ya estaba dormido cuando de pronto llaman a la puerta. POM…POM…. el chico se despertó y aterrado se dirigió muy despacio hacia la puerta y dijo:

– ¿Eres tú mamá?.

La respuesta vino con otra serie de golpes acompañados de un susurro escalofriante que decía: JABREME DA PUETA. El niño atemorizado huyó hacia su habitación donde se pasó la noche llorando y esperando a que llegase su madre, hasta tal punto que se quedó dormido.

Al día siguiente cuando se levantó se dio cuenta de que su madre no había vuelto. Y aún con miedo se dirigió a la puerta que conducía a la salida de la casa y se encontró a su madre con las piernas cortadas ( por lo que no pudo llegar al timbre), la lengua cortada ( por lo que no le pudo reconocer la voz) y totalmente ensangrentada.

Desde ese día este chico tuvo que ser hospitalizado en un psiquiátrico y no pudo dormir sin sufrir constantes pesadillas…

LA HORMONA DEL MIEDO.

El siguiente texto fue transcrito directamente de documentos encontrados en un laboratorio de pruebas alemán, abandonado por los soldados Aliados tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.

(Cinta de audio) La prueba tendrá lugar mañana. El equipo no sabe que esperar. Nuestra misión es ejecutar nuevas investigaciones y transformar los resultados en un arma para la guerra. Recientemente hemos descubierto que el cerebro secreta una sustancia química (previamente desconocida) cuando siente miedo. Por obvias razones, esta prueba puede ser extremadamente peligrosa.

Se seleccionaron dos individuos como objeto de prueba, y según nos informaron, ambos habían sido condenados a muerte, pero ahora serán utilizados como sujetos de este experimento. A los sujetos se les proporcionó una mesa con dos sillas, una cama con un colchón, un librero, un cuaderno y un bolígrafo, así como un área de baño que consiste de un inodoro, un lavabo y un espejo. Los alimentos y el agua se proporcionan a través de una pequeña abertura con cierre hermético. No hay nada más que informar por el momento.

(Documento escrito) Los sujetos A y B están recibiendo un producto químico en dosis pequeñas mezclado con agua. El sujeto A ha bebido la mezcla, hasta el momento no ha mostrado cambios visibles de humor o comportamiento. El sujeto B se rehusó a beber el agua, se le ha suministrado vigorosamente la misma dosis de la sustancia, pero por vía intravenosa. Opuso resistencia, pero fue fácil controlarlo y después inyectarlo. Poco tiempo después parecía nervioso, casi paranoico, y saltaba cuando escuchaba ruidos repentinos. Se les indicó a los sujetos que intentaran permanecer activos, o dormidos, pero que no tuviera episodios de inactividad.

(Documento escrito) Ha tomado tiempo, pero hemos desarrollado una versión en gas del producto químico. Ha demostrado ser eficaz en los humanos, eso podría convertirse en un arma valiosa. Se les aumentó la dosis ligeramente. Ninguno de los sujetos tenía conciencia de que el producto químico estaba siendo inoculado en la habitación. Tras algunos minutos, el sujeto A dejo de leer y comenzó a mirar a su alrededor en la habitación con mucha cautela. Después de aproximadamente una hora, volvió a su lectura. El sujeto B reaccionó de inmediato. Abrió el cuaderno y por vez primera escribió: “¿Qué está pasando? Deja de susurrarme. Ya no quiero escuchar tu voz” en un trozo de papel, arrancó la hoja del cuaderno y la colocó por debajo de la puerta. No hubo respuesta.

(Documento escrito) Observaremos los efectos a largo plazo con bajas cantidades del gas en el sujeto A, y analizaremos los efectos a corto plazo con altas cantidades del gas en el sujeto B. Los resultados son chocantes, por decir lo menos. El sujeto A se volvió progresivamente más inestable. Dejo de leer, no comía, y evitaba el espejo a toda costa. De repente, tomó una actitud muy agresiva, lanzó un libro contra el espejo con una fuerza descomunal, destrozó el objeto. La reacción del sujeto B fue más… curiosa. Comenzó a ver hacia la segunda silla, pero no miraba a la silla, miraba como si estuviera haciendo contacto visual con alguien sentado sobre el mueble. Algo parece ir mal, pero finalmente estamos obteniendo resultados. El Führer estará más que satisfecho.

(Grabación de audio) La voz parece angustiada.

¡No queremos eso! ¿Qué hicimos para que Dios se vengara de esta forma? El sujeto B escapó de la celda, la silla que estaba mirando fue lanzada a través de la habitación, directo al cristal de visualización, rompiéndolo, al instante. Eran 5 cm de espesor, reforzado… ni siquiera tocó la silla… escapó por el hoyo hecho por el impacto (se escucha un grito muy agudo) ¡AYUDA! (se escucha un ruido muy alto). Las aberturas han esparcido el gas al resto de la instalación. La energía cayó, los mató a todos. ¡Mi dios… Oh, no, no, no, no por favor! (se escucha un ruido fuerte, gutural, salvaje, y después sonidos de una intensa lucha).

El resto de la cinta no es más que silencio.

Se encontró una última nota. Parecía haber sido escrita con prisa, casi ilegible.

Están muertos. Todos. Puedo escucharlo en las paredes. Lo escuché susurrándome. Sí… Sí… Por favor, ven y llévame lejos, ya no quiero más de…

La nota termina ahí, el resto del papel está manchado de sangre, es imposible seguir leyendo.

El 23 de abril de 1944, los soldados Aliados encontraron un laboratorio alemán abandonado, con su única puerta sellada. Empleando explosivos, entraron a la fuerza en el laboratorio, estaban ansiosos por saber que había sido tan importante como para que los alemanes se encerraran de tal forma. Se encontraron con 13 cuerpos, 12 de los cuales estaban vestidos como el mismo uniforme, mutilados en incontables partes y uno de ellos partido por la mitad. El 13º cuerpo era algo indescriptible, con ropa marrón y sin cabeza. Una investigación más profunda fue lanzada más tarde por los alemanes para determinar lo que había sucedido, pero fue cancelada después de que muchos soldados alemanes se rehusaran a regresar al laboratorio, no querían poner sus vidas en riesgos. Hasta hoy, nadie sabe lo que sucedió con “B”, pero fue dado por muerto

EL CIRCO

El circo

Yo odie el circo, todavía lo hago, por lo que cuando mis amigos me preguntaron si quería ir al circo, rápidamente me nege a ir con ellos, tenia 3 amigos que intentaban hacerme ir al circo, yo seguía negándome sus pedidos, correos y tormentos...

ahí estaba mi mas cercana amiga, rhea, ella tenia un cabello rubio y marrón que ella normalmente tenia atada de forma desordenada con una cola de caballo. Ella tenia unos ojos de color azul profundo que parecían siempre sonreír, ella era con la que siempre podía contar mis secretos y ellas los suyos conmigo.

otro era su novio, llamado vincent, que era...erm...bastante travieso, el tenia un pelo laaargo y marrón y tenia unos ojos marrón chocolatosos (ugh, chocolate). el era con el que se podía reír, y ser bastante aleatorio, pero con el no podía contar secretos (es un hombre después de todo)

la ultima era la irritante, se llamaba rose, se había pintado el cabello de rosa, ya se, bastante caricaturesco pero todos la querían de todas formas, ella tenia unos ojos de color verde...

ah, cierto...yo soy kenny, se que es un nombre de chico pero soy mujer, tengo un cabello de color marrón oscuro (que se aclara a medida que baja) que me llega los hombros y una franja cubre uno de mis ojos, tengo ojos de color azul claro, que se vuelven blancos con la luz solar.

finalmente me molestaron tanto que accedí a ir, todos se rieron por que sabían que odio los circos...ojala no hubiera aceptado

pronto el día, la mama de vincent nos recogió y nos dejo enfrente del circo, puse un pie en el suelo con temor, al salir me di vuelta para darme cuenta que el auto ya no estaba, traje en seco al dar el primer paso dentro del circo.

creí escuchar alguien corriendo detrás mio... VINCENT, si eres tu date por muerto...dije irritado... mire atrás, pero no había nadie...mire adelante...nadie...

HOLA? grite asustado, mire a todos lados para encontrar a alguien, pero no habia nada...solo obscuridad... KENNY,escuche un llamado, tal vez rhea llamandome??? abri los ojos, todos me miraban...y yo a ellos...

que? dije sin ánimos... nada, te quedaste con los ojos cerrados por un tiempo laaaaaaaaaaaaaaaargo...vamos a ver a los payasos dijo rose...mientras ellos iban leí en sus labios que decia ''tarado''

como dije antes, odio los payasos, asique no quise tener nada que ver con ellos, por lo que me irrite cuando rose dijo:- vayamos a ver a los payasos...

yo hablaba por lo bajo... cuando finalmente me encontré con uno de ellos, camine hacia atrás, me sorprendí con lo alto que era, era demasiado grande...sus colores eran claros, rojo y amarillo...el amarillo me enloquece...

wow, no es SORPRENDENTE? grito rose

creo que lo es. dijo vincent

creo que se ve hermoso. dijo rhea

suspire, iba a ser una noche larga, mis amigos corrieron adelante, haciendo que todos los miraran, los mire, cuando camine sentí un escalofrió, de ese tipo que haces que pares de hacer lo que hacías, me quede ahí por un rato buscando a mis amigos, cuando los vi camine hacia ellos lentamente, ellos estaban hablando y no se dieron cuenta de mi presencia, lo que era bueno.

dentro era mas grande de lo que esperaba...ellos al final me notaron...

no va a ser esto grandioso? dijo vincent no seas malo vincent!! dijo rose, golpeándolo

no quiero estar aquí, dije en voz baja...

los mire, ellos peleaban mientras rhea me miraba tristemente... suspire y tuve ese escalofrió de nuevo mientras las luces se fueron...

esa sala oscura de nuevo... ugh, no de nuevo, suspire y mire a todos lados buscando una luz o una salida.

ahora los pasos de nuevo, mi corazón corriendo, nada diferente por lo que pensé que todo estaría bien, pero rose no me levanto antes? bueno, almenos seria capaz de ver que eran los pasos, o que los causaba...

escuche una canción, una que odiaba que es así:

pequeño gatito pequeño gatito pequeño y perdido gatito en donde tu casa estará?

mi sangre se congelo, solo escuche esa canción en pesadillas, con un payaso cantándola quería irme de aquí y no volver mas

grite: SÁQUENME DE AQUÍ, POR FAVOR SÁQUENME!!! los pasos se acercaban y el canto mas fuerte cada vez. aw, kenny se perdió el show, escuche una voz creí que seria rhea. despertemosla, dijo alguien mas, creí que seria vincent por que se escucho como un hombre.

me levante buscando aire, soltando una gran gota de sudor que corrió por mi cara...

quiero...irme...de aquí...AHORA...logre decir, me faltaba el aire...

lo que sea...dijo rose, como si ella no se hubiera dado cuenta de como estaba...''primero voy a ir a buscar el autógrafo de ese payaso, ninguno de ustedes vienen?

NO! rose por favor vayámonos AHORA! necesito conseguirlo, dijo ella ella corrió hasta el backstage, suspire, tome un largo respiro y corrí por ella, dejando a rhea y a vincent irse solos del circo.

no debí haber ido, no debí haber ido por rose, entonces no estaría asustado de esa sala, esa fría, oscura y llena de una atmósfera peligrosa.

rose, espérame!

no es normal por que no puedo correr mas rápido que ella...estaba siendo ralentizada...por algo...

no puedo escapar de ello. no puedo correr de mis pesadillas el payaso, sin ojos, diente afilados y maquillaje derritiéndose, eso me esta ralentizando?

esto debe ser una alucinación...debe ser...es irreal...pero, por que escucho pasos ahora? por que escucho ese sonido que tanto me asusta? el me esta persiguiendo, el debe haber venido de mi pesadilla

simplemente no puede ser cierto...lo escucho, se acerca...y no puedo hacer nada, la oscuridad me ralentiza, no puedo escapar mas...

ahora veo su cara, siento dolor rasgando mi cara y mi corazón...y entonces...

nada...

LA MUJER DEL HORNO.

La mujer del horno

Durante el verano de 1983, en una ciudad tranquila, cerca de Minneapolis, Minnesota, el cuerpo carbonizado de una mujer fue encontrado dentro de la estufa de la cocina de una granja pequeña. Una cámara de vídeo también se encontró en la cocina, de pie sobre un trípode y apuntando al horno. Ninguna cinta fue encontrada dentro de la cámara en el momento.

Aunque la escena fue etiquetada originalmente como un homicidio por la policía, una cinta VHS sin marcar fue descubierta más tarde en el fondo del pozo de la finca (que al parecer se había secado hasta principios de ese año).

A pesar de su condición usada, y el hecho de que no contiene audio, la policía todavía puede ver el contenido de la cinta. Se mostraba a una mujer a sí misma frente a la grabación de una cámara de vídeo (al parecer con la misma cámara que la policía encontró en la cocina). Después de colocar la cámara para incluir tanto a ella como a su estufa de la cocina en la imagen, la cinta mostró a la mujer encender el horno, abrir la puerta, y arrastrarse al interior, a continuación, cerro la puerta detrás de ella. Ocho minutos en el vídeo, el horno puede ser visto sacudido violentamente, tras lo cual se podía ver el espeso humo negro salir de la estufa. La cámara siguió filmando al horno durante otros 45 minutos hasta que las baterías al parecer se acabaron.

Para evitar molestar a la comunidad local, la policía nunca publicó ninguna información sobre la cinta, o incluso el hecho de que se encontró. La policía tampoco fue capaz de determinar quién puso la cinta en el pozo.

... O por qué la mujer que se ve en la cinta era mucho mas pequeña que la encontrada dentro de la estufa...